Comentario de texto resuelto 1

Texto 1

Quien no perciba lo más sencillo, tampoco sentirá lo más hondo. Paralelamente, una cultura alejada de la sencillez es también una cultura alejada de la profundidad. Esto es lo que, de manera creciente, le ocurre a la nuestra. ¿Estará la civilización del progreso y del éxito científico desorientada como cultura de la vida? ¿Serán el consumismo exasperado, el malestar contenido y la violencia, por lo menos en parte, síntomas de tamaña desorientación? Hay un avance de lo abstracto que vacía y enajena la vida. Quizá se acerque el día en que, debido a tal enajenación, el malestar será ya insoportable y se necesitarán toneladas de droga y de distracción para mantenernos constantemente aturdidos.
La cultura que todo lo reduce a hechos y a datos es una cultura miope y, por eso mismo, decadente. Porque conviene saber que la decadencia de una cultura no se debe tanto a la poca destreza para enfrentarse a la dificultad y los asuntos más abstrusos, como a su desconexión de lo sencillo. Cúmulos de complejidades artificiosas, pero alejamiento de lo simple y de lo profundo. Encontramos sencillez poética en el trabajo bien hecho, en el gesto antiguo de cada uno de los oficios. Encontramos sencillez poética en el uso de las palabras en el habla coloquial. Encontramos sencillez poética en la comprensión normal y sensata de las cosas, y en las definiciones de siempre. A los actuales alumnos universitarios les sorprende, por ejemplo, lo que se encuentran cuando se les invita a buscar en el diccionario el adjetivo verde. La primera acepción dice así: ‘De color semejante al de la hierba fresca’. Y no es ninguna metáfora. Casi nadie se la esperaba, cuando, sin embargo, es la definición más sencilla, la más evidente, y la más esencial. Del color de la hierba fresca: la simplicidad de una de tantas definiciones de diccionario se convierte inesperadamente en dulzura para los oídos y en música para el alma. Tal vez alguien, ya extraviado, crea que se trata de una definición poco científica; sin darse cuenta, engrosa las filas del desconcierto actual. Cualquier definición «científica» será secundaria respecto a la primera aproximación experiencial al mundo de la vida, consistente en señalar lo que se ve o en expresar lo que se vive. A menudo da la impresión de que algunos autores de libros de bachillerato o de manuales universitarios relacionados con las nuevas disciplinas presuntamente científicas (ciencias empresariales y económicas, ciencias sociales y políticas, ciencias de la educación y del aprendizaje, ciencias de la comunicación…) no es ya que hayan perdido la inspiración, sino la cabeza, porque el conocimiento mal digerido les ha ofuscado el acceso primordial al sentido de las cosas. No dejan de proponer definiciones con aire de cientificidad en lugar de mantener la comprensión elemental. Han desconectado de la base y pululan dentro del limbo de la confusión, cuyas dimensiones contribuyen a agrandar incorporando a los jóvenes recién llegados. Desolador.
La desconexión de lo sencillo es desconexión de la génesis… (Josep Maria Esquirol, La penúltima bondad, 2018)